Hoy se cumple un año desde que emprendí.

Estos son mis 10 aprendizajes más importantes.

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1. Vende tus productos antes de crearlos.

Lancé mi Antimáster de IA para el marketing en abril del año pasado. Por aquel entonces, todavía no tenía ni nombre, figúrate. Y hubo 10 colgaos (os lo digo con todo el amor del mundo) que, aun así, confiaron en mí.

Me tiré dos meses dedicando prácticamente todas mis horas a crear las mejores clases de las que fui capaz. Les encantaron. Y desde entonces, no he parado de mejorarlas.

A los alumnos de esa primera edición, gracias. Me disteis la confianza que necesitaba para ir a lo grande.

2. Las ventas ocurren en el email, no en redes sociales.

Sí, me ves publicar mucho en LinkedIn, y sí, es muy importante. Pero tienes que entender el funnel, es decir, el recorrido que quiero que completen mis seguidores:

Me conocen por LinkedIn, se apuntan a la newsletter, vienen a alguna masterclass gratuita y deciden apuntarse a mis formaciones. Y, en ese proceso, la venta ocurre a través del email marketing, en el 95 % de los casos.

¡Y ya somos más de 3000 personas en la news! 🎉
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3. Si hablas sobre IA, las formaciones pregrabadas no valen.

He constatado esta lección desde ambas perspectivas: como alumna y como profe. Un curso potentísimo sobre inteligencia artificial, con el mejor claustro de profesores, el mejor equipo de grabación, etc., se queda obsoleto en menos de 3 meses.

Por eso apuesto por que mis formaciones sean, en su gran mayoría, en vivo.

4. Invierte tu dinero para crecer, aunque te duela.

En los últimos 6 meses, me he dejado más de 5.000 € en formaciones y consultorías. Créeme, me duele. Preferiría gastármelos en un viaje chulo.

Pero sé que, si quiero crecer y hacer que este negocio triunfe a largo plazo, debo invertir en establecer unos cimientos sólidos. Y la pieza más importante para eso soy yo: cuanto mejor emprendedora, profesora, especialista en IA sea, mejor me irá.

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5. La visibilidad no se come.

“¡Hey, Miren! Te propongo una idea superchula: ¿Te animas a dar una clase gratuita en mi empresa? ¡Así ganarás un montón de visibilidad entre mis empleados!”

Ya, no, gracias.

Lo mío es un trabajo, no un hobby.

Así que espero que se me pague. Llámame loca.

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6. Necesitas dormir.

Irónicamente, escribo esta newsletter habiendo dormido solo 6 horas, cuando mi cuerpo necesita 9 h para funcionar de manera óptima.

Huelga decir que aún no he interiorizado bien este aprendizaje.

Montar un negocio desde 0 es agotador, y requiere tiempo. Necesitarás sacrificar otras facetas de tu vida durante unos meses. No puedes funcionar quitándote horas de sueño todo el rato.

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7. El enamoramiento se pasa, implementa sistemas.

Uy, esto lo estoy notando ahora. Al principio, antes incluso de darme de alta en autónomos, me pasaba el día entero soñando con mi negocio: nuevos productos, nuevo contenido, nuevos clientes…

Y bendito enamoramiento porque, si no, sería imposible sacar adelante todo lo que he hecho este año.

Ahora bien: esa obsesión inicial tiene fecha de caducidad. Si quieres que tu empresa salga adelante y prospere, establece sistemas y procesos que optimicen tu manera de trabajar y te permitan mantener un ritmo de vida sostenible.

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8. Un mes facturas 0 €. Al siguiente 10.000 €.

(👆 Basado en hechos reales).

Quiero ganar dinero. Y creo que, como emprendedor, puedes ganar mucho más que como empleado.

Ahora bien: debes entender que habrá meses de facturación 0, que en mi caso, además, coincidieron con el pago del IVA trimestral y un adelanto del IRPF. O sea: trabajas y pierdes dinero.

Lo bueno es que al mes siguiente remonté y, por primera vez en mi vida, facturé 10.000 €.

Moralejas:

• Administra bien tu dinero para soportar los periodos duros.
• Si un mes te va mal, aguanta. Remontarás.

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9. No puedes con todo.

Esta es otra lección que me tengo que repetir todos los días: no puedes con todo, y menos con todo al mismo tiempo y tú sola.

Quiero hacer demasiadas cosas, muy potentes. Como ejemplo: en mi lista de tareas ahora mismo tengo apuntado que debo lanzar la web, rediseñar mi identidad visual, lanzar otro curso para principiantes, hacer el Camino de Santiago entero, y un largo etcétera.

No me da la vida. Y estoy ligando demasiado con el burnout.

Por eso tengo que aprender a ir un poco más despacio y a contratar ayuda.

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10. El peor día emprendiendo es mejor que el mejor día en un trabajo normal.

La semana pasada estaba desayunando mis tostadas con tomate. Miré por la ventana y me di cuenta de que había un atasco de tráfico monumental. Yo odio conducir. Hacía frío y llovía.

Me apetecía un cuerno ponerme a trabajar.

Pero, ¿sabes qué?

Me di cuenta de que, aunque haya días en los que solo quiero ignorar el ordenador y dejar todo esto de lado, merece mucho la pena.

Soy FELIZ con la libertad que me he labrado para mí misma, con las oportunidades que sé que me aguardan, con mi día a día que YO he diseñado.

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Así que brinda conmigo por esta locura llamada emprendimiento.

Por muchos años más a vuestro lado.

Y gracias, siempre, por leerme.
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¡Salud! 🥂
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Miren :)

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